Siguiendo con los mitos, no podía faltar Caperucita, esa ingenua niña que paseaba por el bosque y... Bueno, contaré la historia entera.
Caperucita era una niña que vivía con sus padres, un día su madre la envió a casa de su abuelita a llevarle una cesta, a lo que caperucita accedió sin rechistar, como toda niña obediente.
Paseando por el bosque de camino a casa de la abuela, se encontró con el lobo, que le preguntó a donde iba y caperucita le contestó a casa de su abuelita.
MAL!!!, niña, MAL!!!, ¿a ti no te han dicho por activa y por pasiva que no tienes que hablar con desconocidos?, pues mira que los padres son pesados con ese tema y a demás te encuentras un lobo y te pones a hablar con él, si es que chica, hay que tener un poco de criterio, si hubiese sido un león o un tigre lo hubiera entendido que te parases a hablar y a admirarlo, pero un loboooo!!!
Continuo.
Caperucita continuo su viaje parándose por el camino a recoger flores para la abuelita, en nuestro caso seria viendo escaparates (pequeña adaptación), mientras tanto el lobo se adelantó y entro en casa de la abuelita, se la comió y se puso en su lugar, con sus ropas y en la cama.
Suplantadores siempre han habido, pero que se coman a tu abuela para hacerse pasar por ella, me parece muuuyyy fuerte!!, en fin que mala gente siempre ha habido, antes y ahora.
Caperucita llegó a casa de su abuelita y la notó un poco extraña, por lo que empezó a preguntarle:
- Abuelita, ¿Por que tienes las orejas tan grandes?
El lobo/abuelita respondió:
-Para oírte mejor.
- Abuelita, ¿Por que tienes esa boca tan grande?
El lobo/abuelita respondió:
- Para comerte mejor
Y se la zampó. Es lo que tiene, la curiosidad mata, nunca mejor dicho. Eso le pasa por preguntona. ¿Y no distinguir entre el lobo y su abuela?, esta juventud de hoy en día...
Menos mal que un leñador andaba por ahí cerca y se dio cuenta de lo acontecido, por lo que e entró a la casa le abrió las tripas al lobo y sacó de dentro a la abuelita y a caperucita, (como se dice en estos casos, sanas y salvas). Le llenó la tripa al lobo de piedras y la abuelita y la niña se lo agradecieron eternamente.
MORALEJA:
- No te fíes de los lobos.
- Esta juventud está muy perjudicada, no distinguen entre la abuela y un lobo.
- Siempre hay un cazador cerca para echarte una mano.
Real como la vida misma.
2 comentarios:
prefiero su nombre en inglés, Little Red Riding Hood, es más... curioso, ¿verdad?.
=)
Si que es curioso, como tu blog
Gracias Didac.
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